“Felices fiestas les desea el centro comercial”, dice el cartel luminoso. Y ¿qué desean las tres mil personas de los tres mil coches que están aparcados en su parking? Consumismo. Estamos dejando de conocer la esencia de la vida, que se nos presenta en formato manejable, barato, para todos los públicos y con manual de instrucciones. Hablamos largas distancias y olvidamos los buenos días. Vamos en coche a correr al gimnasio. Limpiamos cristales virtuales en la Play Station y contratamos alguien para limpiar los de nuestra casa. Compramos una máquina para analizar el nivel mental mientras atiborramos de programas basura nuestra mente. Un niño en el recreo juega a las carreras en la videoconsola. Compramos un libro sobre reciclaje, impreso en papel reciclado y envuelto en un plástico, un papel de regalo y una bolsa para llevar. Un policía pone una multa a alguien por conducir borracho, luego va a su casa a atropellar viejas y embarazadas en el televisor. Se avisa a los niños del peligro de la calle mientras se les enchufa a Internet. La niña con anorexia sólo tiene muñecas flacas y cabezonas. En el centro de igualdad una niña juega a la PSP: “no puedo dejar al novio porque me paga el piso”. Los Reyes magos mueren del susto ante la lista de la compra. Familias arruinadas por el ideal navideño, mientras, en el “felices fiestas” del centro comercial se deja implícita la condición para lograr tal propósito.
Julia Carú
5 comentarios:
me gusta mucho.
un saludo,
CM., jugador de bádminton (literal), nadando entre tus palabras
Muchas gracias,
un saludo
Julia
Muy bueno "Bloque de Pisos", me gusta tu manera de escribir, Julia.Creo que no podría vivir en un piso de Departamentos, necesito casa, con patio, con verde,con plantas...y con la lectura de lo tuyo: ¡más todavía! Saludos y felicitaciones.
miryamseia@cablenet.com.ar
Muchas gracias,comentarios como el tuyo me llenan de ánimos.
Un saludo
Pd: Yo también vivo en una casa.
Julia
Genial....un abrazo de azpeitia
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